PREPARTOS EN PEQUEÑOS RUMIANTES: EL MOMENTO MÁS TEMIDO – 2a parte

Prescindir del uso de raciones preparto porque los piensos de preparto suelen ser más caros, no debería ser...

INTRODUCCIÓN:

Este artículo es la continuación del que publicamos en agosto del año pasado (leer). En este, revisaremos los factores predisponentes, así como los costes que supone no abordar un correcto manejo y alimentación en esta fase.

FACTORES PREDISPONENTES

Los principales factores que nos va a afectar al preparto de cabras y ovejas son por todos conocidos y son 2:

  • Condición corporal o grado de engrasamiento: el exceso de engrasamiento supone un acúmulo de grasa intraabdominal que limita la ingesta de una manera muy determinante.
  • Hiperprolificidad: en gestaciones múltiples (más de 2 corderos/cabritos) el riesgo de que nuestros animales padezcan toxemia de gestación (clínica o subclínica) es muy alto.

Para evitar estas situaciones se debe controlar el grado de engrasamiento en el final de la lactación. Igualmente, la sobrealimentación en este periodo (donde coincide la cubrición) puede suponer una superovulación que nos provoque ese incremento en el número de fetos que se gestarán.

OTROS FACTORES A CONSIDERAR:

  • Raciones desequilibradas:
    • Falta de energía: va a provocar la no satisfacción de las necesidades en el preparto.
    • Exceso de proteína: provocará un crecimiento alto de los fetos en el último tercio de gestación.
  • Estrés:
    • Calor: los animales tienden a cambiar los hábitos de consumo en periodos de estrés térmico: comen en los periodos más frescos del día, por lo que habrá que aportarles las raciones en esos momentos.
    • Exceso de frío: en estas condiciones, el requerimiento de energía aumenta, por lo que habrá que tenerlo en cuenta.
    • Hacinamiento: además del estrés en sí que provoca, puede originar un incremento de la competencia en el consumo de concentrado de preparto y desequilibrar las raciones.
  • Problemas sanitarios y o metabólicos: cualquier proceso infeccioso o inflamatorio generará un incremento del gasto de glucosa que no se podrá utilizar para las necesidades del último tercio de gestación de nuestros animales.
  • Conservación de alimentos: pueden provocar rechazos en nuestros animales. Igualmente, pueden contener niveles altos de micotoxinas, la mayoría de las cuales son hepatotóxicas, por lo que dañarán el hígado.
  • Locomoción excesiva: Si bien todos estamos de acuerdo en que caminar es una herramienta muy interesante para el preparto, cuando ese desplazamiento implica un gasto energético demasiado alto, puede ser contraproducente.

COSTES DEL PREPARTO

El coste de preparto va a venir determinado por los costes asociados (coste de alimentación) y, también, por los costes de oportunidad (cuanto dejaremos de ingresar por pérdidas de producción, reposición de animales muertos, etc.). Estas son unas cuentas aproximadas:

Partimos de que por cada toxemia de gestación clínica podemos estimar que haya 7 subclínicas, que nos supondrán una pérdida de unos 35 litros de leche por lactación (ya que el arranque de lactación no será adecuado). Igualmente, incrementará la mortalidad con lo que necesitaremos más reposición. No contamos la venta de cabritos que, a consecuencia de la mortalidad perinatal, será menor. 

Partiremos de una granja de 300 efectivos en las que el preparto se aborda con piensos de mantenimiento.

Se estima que podemos reducir las tasas de toxemias al 50% (lejos de quedarnos en el 0%), lo que supondrá una menor necesidad de reposición (por menos muertes) e incrementar la venta posterior de leche (y cabritos/corderos). Si para esto cambiamos el pienso de mantenimiento por uno de preparto bien formulado y con los aditivos precisos (protectores hepáticos, precursores de glucosa, estabilizadores gástricos, etc.) vemos que la rentabilidad real es muy alta. Recordemos que la recría representa uno de los principales costes de toda granja.

CONCLUSIÓN:

Manejar y alimentar correctamente en la fase de preparto se hace imprescindible en el nuevo escenario de costes de producción tan elevados. Igualmente, es una forma de ir avanzando en lo que se viene a llamar ganadería de precisión, ya que alimentamos a cada lote con la ración que les corresponde.

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